Traducido
literal como “Cuerpo de la Verdad”. Corresponde de acuerdo a las enseñanzas
budistas a la verdadera naturaleza de la propia mente. Este dharmakaya no es
algo que se deba conseguir o se deba construir, sino que se debe reconocer. Por
lo tanto, todo el camino budista en sus diferentes aspectos busca purificar los
velos que obscurecen la mente, los pensamientos y las emociones mentales que
nacen de la conducta dual de “yo” y “mío”, para así poder reconocer este
aspecto fundamental de la propia consciencia y por medio de este
reconocimiento, ir avanzando de forma gradual en el camino del Bodhisattva hacia
el completo despertar de un Buddha.